Lo que debió ser una jornada más del campeonato ecuatoriano de fútbol terminó empañada por un acto inadmisible. Tras la derrota 3-1 de Liga Deportiva Universitaria ante Universidad Católica, un grupo de supuestos hinchas del club protagonizó un hecho lamentable: intentaron agredir físicamente al extremo Bryan Ramírez en los exteriores del estadio Olímpico Atahualpa.
La situación, que se registró el pasado sábado, generó un rechazo generalizado entre los aficionados al fútbol, y 48 horas después, la directiva del “Rey de Copas” se pronunció de forma contundente. En un comunicado oficial, el club dejó claro que nadie que incurra en actos de violencia merece ser parte de la familia alba.
“Liga Deportiva Universitaria ya inició las investigaciones correspondientes y trabajará en conjunto con las autoridades competentes para identificar a los responsables y que sobre ellos recaiga todo el peso de la ley”, expresó la dirigencia.
Además, recalcaron que este tipo de comportamientos no representan los valores del club ni de su verdadera hinchada, que históricamente ha sido reconocida por su apoyo incondicional, no por la violencia.
La agresión a Ramírez se da en un momento tenso para la institución, que también vivió la salida del director técnico Pablo ‘Vitamina’ Sánchez tras el mencionado resultado. Sin embargo, desde el club reiteraron que las crisis deportivas no justifican ningún tipo de acto violento, mucho menos contra sus propios jugadores.
El mensaje es claro: en Liga hay tolerancia cero con la violencia. El respaldo a Bryan Ramírez no solo es institucional, sino también un llamado a preservar el respeto y los principios que deben regir el deporte.